La desesperación por encontrar trabajo e ingresar dinero con urgencia nos puede hacer caer en la trampa de más de un desaprensivo. Es el caso de un joven de Valladolid que a día de hoy sigue en el paro, pero con una deuda telefónica de 2.000 euros. Un anuncio en la sección de contactos, acabó de poner la puntilla a su complicada situación.

José Ignacio Marcos se encontró sin trabajo con 38 años, de vuelta a la casa de sus padres y apunto de dejar de cobrar el paro. ¿Por qué no buscar una mecenas, una persona adinerada a quien entregar su currículo?

Pero José Ignacio Marcos se convirtió en una inversión que reportó a los estafadores nada más y nada menos que 2000 euros a traves de llamadas y mensajes. Nunca llegó a cumplir su objetivo de entregar el currículo porque no consiguió quedar con la supuesta señora adinerada.

Ha puesto una denuncia pero no tiene esperanza de que esta trama pueda desarticularse.