El Banco de España ha detectado un descenso de préstamos en la segunda mitad de 2020 tras el boom que supusieron los avales del ICO durante la primera ola de la pandemia. A esto se suma que nos hemos vuelto más ahorradores.
La situación sanitaria genera desconfianza y las perspectivas han empeorados, por lo que prevé un endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos durante el primer trimestre de este 2021. Las solicitudes de préstamos cayeron un 10% en 2020. Sólo crecieron las solicitudes de hipoteca.
José Luis Martínez, portavoz Asociación Española de Banca, asegura que una vez se recupere el ritmo de actividad, aumentará el gasto: "No cabe ninguna duda que ante una reducción de la incertidumbre del fin de la crisis sanitaria veríamos un aumento del gasto y de la inversión en estos momentos embalsado", afirma.
En 2020, la banca concedió casi un millón y medio de moratorias a afectados por la COVID-19.