La empresa catalana BMS Automotive invertirá 2,6 millones de euros hasta el año 2019, con una estimación de creación de 45 empleos en tres ejercicio, en una planta de componentes para el automóvil que se ubicará en Medina de Rioseco (Valladolid), en el polígono situado en la carretera de Villalpando. El proyecto, que se presentó hoy en el Ayuntamiento de la Ciudad de los Almirantes, comenzará a operar ya el próximo mes de octubre, cuando se contraten a los primeros 25 operarios y administrativos, según informaron a Ical fuentes de la firma y del Consistorio riosecano.

La empresa fabricará conductos y sistemas de admisión de aire, sistemas de lavado de parabrisas, depósitos de refrigeración y de fluidos hidráulicos y asientos y spoilers. La factoría servirá producto a la multinacional Reydel, implantada en la localidad vallisoletana, así como a otras firmas del sector. De hecho, los responsables de BMS defendieron la elección de la ubicación por “motivos logísticos".

En el acto estuvieron presentes el alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, además de Josep Mainar, Eduard Torras y Ángel Barrero, como responsables de la empresa. El proyecto prevé la incorporación de 25 empleados a finales de este años, con una cifra que ascenderá a 35 en 2018, 40 en 2019, para establecerse en unos 45 en total en 2020.

De la inversión, trascendió que será en total de 2,6 millones de euros. De ellos, la mayor parte, 1,7, se liberará a lo largo de este año por razones lógicas de la puesta en marcha de la firma y adaptación de las instalaciones, de 2.600 metros cuadrados. A ellos se suman otros 480.000 en 2018 y 430.000 en 2019.

En cuanto a las perspectivas de negocio, la empresa estima que en 2017 se alcanzarán los 1,1 millones de euros en ventas, dado que sólo podrán sacar al mercado sus productos durante varios meses. La facturación será de 2,89 millones el año que viene; 3,4 millones en 2019 y 3,5 millones en 2020.