El alcalde de Condado de Treviño (Burgos), Ignacio Portilla, aseguró hoy en Burgos que el Ayuntamiento de la localidad elaborará un informe que remitirá en el plazo de un mes a la Diputación de Burgos y la Junta de Castilla y León para “divorciarse” de Burgos y de Castilla y León.

Portilla, acompañado de una representación del consistorio treviñés, mantuvo un encuentro con el presidente de la Diputación de Burgos en el que repasaron los principales temas que preocupan al nuevo equipo municipal. Entre las cuestiones, la segregación del Condado de Treviño de la región, una idea que sobrevuela la idea de algunos vecinos y representantes de distintos partidos políticos desde hace décadas y que vuelve a estar de actualidad.

Según explicó Portilla, “Treviño ha iniciado el expediente de segregación de Burgos y de Castilla y León”, de acuerdo con lo relativo al Estatuto de Castilla y León. De este modo, declaró que en el próximo pleno que se celebre en el Ayuntamiento del Condado de Treviño se procederá a la aprobación de esta vía administrativa que tiene como objetivo “conseguir pertenecer al País Vasco” al considerar que es Álava “quien presta todos los servicios al municipio”.

En relación a la validez del expediente que se enviará a las administraciones burgalesas, así como al Gobierno vasco, el regidor treviñés explicó que el expediente se encuentra regulado por el Estatuto de Castilla y León. “Es una especie de ley de divorcio y que en el caso de Treviño intenta desvincular a la localidad con Castilla y León”, aseveró, al tiempo que reclamó a las administraciones y a los responsables políticos que “cumplan la ley y los deseos de Treviño porque es la voluntad mayoritaria”.

Razones de “divorcio”  

La voluntad de dejar de pertenecer a la provincia de Burgos para pasar a ser territorio vasco es, según Portilla, debido a la prestación de servicios que ahora considera reciben del País Vasco. “En estos momentos la mayor parte de los servicios que se prestan en Treviño no los presta ni Burgos, ni Castilla y León”, declaró al señalar que tanto cuestiones como sanidad, infraestructuras o educación han pasado a ser cuestión del Gobierno vasco. “Solamente la quinta parte del pueblo van al colegio público porque la necesidad real de los chavales es seguir una educación modelo del País Vasco porque es allí donde van a desarrollar su vida”, subrayó.

Asimismo, el regidor treviñés insistió en que en sanidad “no hay ni convenios firmados”, por lo que entiende que apoyan a quienes “presten servicios de pleno derecho y no de parcheo o convenios”. Con ello, indicó que esa y otras cuestiones son las que les han llevado a demandar la separación, que indicó “es voluntad de la mayor parte de los vecinos”.

Presentado el expediente, Portilla confía en que su presentación sea “el final de un problema”. Asimismo, indica que de no prosperar “se tomarán las determinaciones que se tengan que tomar”, al entender que “hay caminos” para la segregación.  En relación a los escollos que puedan producirse, declaró que “no tiene por qué haberlos si se estudia con rigor”. “Las mayores vinculaciones hoy en día son con Álava”, sentenció.

Por su parte, Rico manifestó que hay un camino jurídico que seguir, al tiempo que reiteró que la Diputación seguirá los pasos que sean necesarios “para no saltarse la ley”. Asimismo, declaró que hace doce años se abordó esta cuestión en una ponencia en el Senado, en la que quedó claro el contexto político y jurídico que marca el Estatuto de Autonomía, texto en el que se reconoce al Condado de Treviño como parte de Burgos y de Castilla y León.

Sobre la posibilidad de modificar ese texto legal, Rico recordó que el Estatuto de Castilla y León es una ley de carácter orgánico reformada recientemente, por lo que no ve viable que se incluyan cambios sobre la naturaleza de Treviño. “Desde la Diputación seremos escrupulosos en el proceso”, apostilló.

En relación a la segregación planteada, el presidente de la institución provincial consideró que “es complicado” que el expediente prospere al entender que el Estatuto de Castilla y León mantiene esta zona como burgalesa, cuestión avalada por el propio Tribunal Constitucional.

Rodeado por la provincia vasca de Álava, las poblaciones del Condado de Treviño han sido reclamadas desde hace décadas por las fuerzas políticas alaveses basando su deseo en el referéndum de 1940 en el que un 98 por ciento de la población se declaró a favor de la integración de Treviño en Álava.