Marta Domínguez lo ha sido todo para Palencia. Aquí se la nombró hija predilecta, se la concedió la medalla de Oro de la Ciudad, se puso su nombre a este Pabellón y a una calle y se levantó esta estatua en su honor.

La sentencia del TAS quizás provoque que algo cambie. En el Ayuntamiento se estudia si retirarle alguno de estos honores. También en Venta de Baños, su pueblo de adopción donde cuenta con este pabellón y dirige una escuela se piensa que hacer, aunque se reconozcan sus méritos.

El debate esta abierto también en la calle. Sentimientos encontrados entre sus incondicionales y los decepcionados.

Es el mayor tropiezo de la deportista.  Un varapalo para ella y para una ciudad que presumió de tener como vecina a la mejor atleta española de todos los tiempos.