La escritora Espido Freire ha presentado en la localidad burgalesa de Covarrubias su último libro, titulado 'La Flor del Norte'. Se trata de una novela histórica en la que Freire cuenta la historia de la princesa Kristina de Noruega, la desdichada princesa que murió de pena por añorar su tierra y que fue enterrada en la localidad burgalesa en el Medievo. Se trata de la primera incursión de Freire en el campo de la novela histórica.
El volumen que narra la vida de uno de los personajes más relevantes de la villa de Cobarrubias y que "descubre la desgarradora vida de Kristina Haakonardóttir; una joven princesa de Noruega convertida a la fuerza en infanta de Castilla al desposarse con don Felipe, hermano de Alfoso X El Sabio", según datos facilitados por la editorial Planeta.
La escritora bilbaína presenta una novela histórica que narra las desventuras de una joven princesa que tuvo que partir desde las frías tierras de Noruega, desde donde salió con la intención de contraer matrimonio con Alfonso X El Sabio, en un viaje hacia Castilla donde conoce un mundo muy distinto y nuevo para ella. En tierras españolas comienza a descubrir un sinfín de sensaciones, costumbres y tradiciones ajenas a las de su país natal, auque la mayoría de sus descubrimientos se encuentran impregnados de una sensación de agonía y sufrimiento ante un pueblo que siempre la vio y la trató como a una extranjera.
"Me llamo Kristin Haakonardóttir, hija y nieta de reyes, princesa de Noruega, infanta de Castilla. Me llamaban La flor del norte, El regalo dorado, La extranjera, y, en los últimos meses, La pobre doña Cristina". Así comienza una novela que cautivará a los amantes de la historia y a quienes conocen historia, o han oído hablar de la historia, a veces convertida en leyenda, de una princesa noruega que murió por la pena que contrajo al alejarse de su vida, su familia y su tierra natal.
La princesa triste
El debut de Freire en la novela histórica lleva a la literatura la vida de una princesa a la que el pueblo español no supo entender y a la que se le recuerda como la princesa triste. Kristín Hákonardóttir nació en Bergen, Noruega en el año 1234 y falleció en Sevilla en 1262. Hija de los reyes Haakon IV de Noruega y Margarita Skulesdatter contrajo matrimonio con el infante Felipe de Castilla, hermano del rey Alfonso X de Castilla, el Sabio, ya que el matrimonio era considerado conveniente ante la necesidad de los reinos nórdicos de abrirse cada vez más al resto de Europa.
Un viaje largo y pesado llevó a la joven princesa a tierras españolas, tras pasar por Francia. Al llegar, se produjo en enlace matrimonial que unió a la corona castellana con la noruega en una ceremonia que se ofició en en la Colegiata de Valladolid el 31 de marzo de 1258. Después la pareja se estableció en Sevilla donde la joven princesa comenzó una nueva vida, alejada de sus costumbres y con un clima muy distinto al de su tierra natal. La joven enfermó y murió en 1262 sin dejar descendencia. Tras su muerte, el infante, que había sido abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias, enterró a su esposa en el claustro de la colegiata de en un sepulcro gótico, de piedra labrada.
Las historias y las leyendas sobre la vida de la princesa se han sucedido a lo largo de los siglos y han pasado de padres a hijos. Son muchos los turistas que visitan la localidad burgalesa y se detienen frente a la portada del templo, donde se levantó una estatua en bronce en abril de 1978, momento en el que se celebró un homenaje al que asistieron diversas personalidades noruegas y la Banda Municipal de Tonsberg. Ese mismo año, se abrió el sepulcro de la princesa donde apareció un cadáver momificado con una gran cabellera rubia, unas uñas rosadas y unos dientes muy blancos, según relatan las fuentes locales.