Europa y EE. UU. firman un acuerdo comercial que evita la escalada, pero que vuelve a incrementar los aranceles que tendrán los productos Europeos si quieren venderse en Estados Unidos. Del 10% de hace unos meses, se suben los aranceles al 15% con carácter general. Los únicos beneficiados son los automóviles que bajan del 25% a ese 15%. El sector del acero y del aluminio mantiene los mismos aranceles que se impusieron hace meses.

Pero el acuerdo va más allá. Europa se compromete a comprar energía a Estados Unidos por valor de 640.000 millones de euros, y armas por 510.000 millones de euros. Ambas partes consideran que el acuerdo es equilibrado, pero este conlleva que Europa no impondrá represalias ni aranceles compensatorios sobre los productos estadounidenses que se vendan aquí. 

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