Juan Carlos Carretero no se separa de su Seat 124 L del año 70. No hace mucho vio que la marca de coches para promocionar este modelo hizo un viaje a finales de los 60 y se le ocurrió una aventura. "El viaje de ellos fue yendo a todos los concesionarios de España. Yo lo que he hecho es ir a todas las capitales de provincia", explica.

Ha pasado once días en ruta por carreteras nacionales, sin dirección asistida, ni aire acondicionado, ni tantas otras comodidades. "Llegaba a una ciudad, hacía la foto; iba a la siguiente, hacía la foto. Y cuando me entraba sueño buscaba un hotel, dormía. Cuando me levantaba continuaba".

Madrid, Vitoria, Santander, Gerona… 7.316 kilómetros realizados hasta llegar a este punto desde el que salió: los cuatro postes de Ávila. Llevaba un kit básico de mecánica, pero no ha tenido ningún percance. "Un juego de bujías y su juego de cables, una tapa de delco, una pipa y ya. Tampoco metí más porque, como llevo tantos años con el coche, no me ha dado nunca un problema y confiaba en él plenamente. Llevaba eso por llevar algo. Pero no he tenido ni que abrir la caja de las piezas".

Parra el viaje contaba con el mapa, los guantes y las anotaciones del recorrido. "El consumo ha sido ridículo para un coche así. He sacado una media de unos 6,6 litros a los 100", asegura. Su próximo reto quizás sea por Europa.