No vale esconderse detrás de una vitrina, para recitar hay que agarrarse bien al micro y ganarse al público. Fran Soto, cofundador del grupo 'Perversos' confiesa: "nosotros que somos cuarentones pensábamos que íbamos a atraer a ese tipo de gente, de nuestra quinta. Pero tenemos gente desde 15 años, acompañados por padres, hasta de 85 que tiene Pío que sería el mayor".
Las reglas son sencillas, cada dos minutos: cambio. entre poema y poema da tiempo hasta para pintar retratos. Jorge Lázaro, es también cofundador de 'Perversos': "cuando vienen aquí lo sueltan, descargan tensión sobre la gente. Sabiendo que va a haber una buena recepción por parte del público. El público hace un poquito la función de psicólogo".
Solo hay que controlar los nervios, eso nos dice Irene Enríquez antes de presentar su libro, 'El incosciente obligado', en el bar Herminios de Valladolid.
"El hecho de recitar algo que es tuyo delante de gente que conoces o que te viene a ver por primera vez es algo grande, te hace sentir importante. Esa conexión que tienes con la gente a la hora de hablar tomándote una cerveza lo que lo hace mágico" .
Como decía Lorca, la poesía no quiere adeptos, sino amantes.