CIENCIA

Descubren fósiles marinos de hace 345 millones de años que permiten reinterpretar la geología en los Picos de Europa

eduardo margareto
Europa Press

Un equipo de investigadores han hecho público este miércoles el descubrimiento de una plataforma marina carbonatada en el Carbonífero de los Picos de Europa, construida desde hace 345 millones de años, en el que ha participado la Universidad de Oviedo. Sus conclusiones han visto la luz en las revistas científicas 'Geological Journal' y 'Palaeogeography, Palaeoecology, Palaeoecology'.

El paleontólogo, Javier Sanz López, y la paleontóloga Silvia Blanco Ferrera, de la Universidad de Oviedo, colaboran en un proyecto liderado por la Universidad Complutense de Madrid para el estudio de los cambios oceánicos durante la llegada del clima frío del Carbonífero.

Según han informado desde la Universidad de Oviedo a través de una nota de prensa, se trata de la plataforma de Valdediezma, dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, entre el Jitu de l'Escarandi, Tresviso y La Hermida, caracterizada por microfósiles. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que esta plataforma estuvo aislada y rodeada de un océano profundo, enfrente de la cordillera Varisca que comenzaba a elevarse en terrenos de Galicia, y Castilla y León.

La preservación de una plataforma de esta edad en la Europa meridional es excepcional, ya que hasta el momento solo se conocían restos de otras plataformas desmanteladas y transportadas al fondo oceánico. Esta preservación fue posible por el crecimiento de otras plataformas carboníferas más modernas y adosadas a ella, cuyas calizas forman los relieves de los Picos de Europa y de la sierra del Cuera hasta alcanzar el mar Cantábrico.

El descubrimiento de la plataforma se inició en las Vegas de Sotres, en donde se habían descubierto microfósiles que habían llegado transportados hasta el fondo marino por corrientes marinas profundas.

A partir de entonces se buscó su procedencia explorando un área extensa hacia el norte, se realizaron mapas, así como un muestreo para intentar reconocer el área en la que hubieran vivido y desde la que llegaron, para más tarde delimitar la extensión de esta plataforma donde bullía la vida en un mar cálido.

Los primeros resultados indicaron que la caliza se había formado a escasa profundidad de agua, pero sobre todo que estos microfósiles sugerían el desarrollo de la construcción de caliza somera más antigua hasta ahora conocida en el Carbonífero de la cordillera Cantábrica. Para esa época, solo se conocía en Asturias una caliza rojiza con fósiles de cefalópodos depositada en un fondo marino profundo y con la que está recubierto parte del centro de Oviedo.

Todas las muestras se tomaron en la superficie del terreno. Aunque la plataforma se formó sumergida bajo el mar, la formación de los Picos de Europa las elevó hasta las cumbres actuales. El fuerte relieve de Picos ayuda y permite recorrer desniveles de más de 1000 metros desde las zonas más altas hasta la garganta del Cares o el desfiladero de La Hermida sin necesidad de hacer ningún tipo de extracción compleja.

El profesor Javier Sanz López ha indicado que "realmente la caliza siempre ha estado allí, en Bulnes, Sotres, Tresviso y alrededores de Bejes, la novedad es la demostración mediante microfósiles de su significado".