JACOBEO 2010

Los motores de los 'Lobos del Asfalto' están listos para rugir camino a Santiago

Este motoclub vallisoletano es único por su ruta mototurística a Santiago de Compostela cada año Jacobeo. En su particular 'peregrinación' hacen hincapié en el patrimonio y la gastronomía.

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Marina Muñoz / Rtvcyl.es

Lleva sobre ruedas desde los 14 años, y, aunque los 'moteros' son eternamente jóvenes de espíritu, él ya ha sobrepasado la cincuentena. Gabino Caracciolo se gana la vida como funcionario, aunque su verdadera vocación es la de 'lobo del asfalto'. Así se llama el club de motociclismo que preside y que ya ha cumplido su vigésimo aniversario.

Normalmente, los 'Lobos del Asfalto' se dedican a lo mismo que el resto de clubs de motos. Organizan actividades, excursiones, comidas, y asisten juntos cada año a 'Pingüinos'. Sin embargo, este grupo se distingue por algo en especial: Su ruta mototurística a Santiago de Compostela, que este año se desarrollará del 26 de junio al 4 de julio.

Todo comenzó en 1993. Coincidiendo con el Xacobeo, se iba a desarrollar una concentración internacional de motos en Santiago. Los 'lobos' decidieron ir, pero, en vez de hacer el camino más corto, se les ocurrió recorrer la ruta sobre dos ruedas y unos cuantos caballos. La primera experiencia duró tres días y les supo a poco, así que repitieron en 1995, prolongándola esta vez hasta una semana. Desde entonces, la tradición se ha repetido en 2004, y lo hará este 2010. Para no perder las buenas costumbres.

El viaje está pensado para 15 o 16 motos como máximo. Según Gabino, esta es la mejor cifra para "no desmadrarse y que todo salga perfecto". El periplo final de ocho días es el resultado de una minuciosa organización previa. Todo está reservado antes de salir, e incluso llevan un vehículo de apoyo por si tienen algún problema mecánico. Recorren unos 200 kilómetros al día, siempre circulando por las carreteras secundarias más cercanas a la ruta. Lo justo para no agobiarse y disfrutar del paisaje, el ambiente y el espíritu del Camino.

Peregrinos peculiares

Caracciolo reconoce que ir en moto es una forma peculiar de peregrinar a Santiago, pero no duda en alabar sus ventajas. "Se disfruta de forma diferente", dice. "Te da tiempo a ver más cosas". En concreto, su parte favorita de la ruta es la etapa de Burgos, donde el grupo visita cada año monumentos tan emblemáticos como la catedral o el Palacio de las Huelgas, pero también son remarcables sus paradas en Oviedo, Cangas de Onís, San Ignacio de Loyola o Finisterre. De hecho, este último punto tiene especial relevancia para Gabino. "La puesta del sol allí se conoce como 'el renacer del alma'. Es muy especial y ya era importante para los antiguos pobladores del lugar".

Otro aspecto en el que los 'lobos' hacen hincapié es el gastronómico. No se privan de probar todas las joyas culinarias de la ruta, hasta el punto de que en 2004 comieron cada día un animal distinto. "Por ejemplo, ciervo en Roncesvalles, pollo en Santo Domingo de la Calzada y mariscada en Santiago", recuerda Gabino.

Personalmente, Caracciolo no conoce ninguna iniciativa similar en el mundo. De hecho, varias revistas internacionales ya se han hecho eco de esta original peregrinación a lo largo de sus distintas ediciones, hasta el punto de llegar a oídos de una pareja de suecos que ya ha participado en ella dos veces. Y es que, ¿se puede pedir más por 800 euros? Ocho días de pensión completa, actividades organizadas al milímetro, y, sobre todo, el disfrute de los valores del Camino. "Compañerismo, amistad y buen rollo", resalta Caracciolo.