Igual que usted revisa cada mes sus facturas del agua, del gas o de la luz, también lo hacen en el Hospital Río Hortega de Valladolid. En este centro hospitalario el importe que el año pasado se pagó en conjunto por estas facturas fue tres millones de euros.

Les puede parecer una cantidad desorbitada pero, en realidad, desde 2010 se ha conseguido reducir 5 millones de euros. ¿Y cómo lo han conseguido? No sólo concienciando a los trabajadores del hospital del uso racional de los recursos energéticos, sino también poniendo en marcha una serie de medidas muy sencillas pero eficientes.

El cambio de hospital, del viejo al nuevo inaugurado en 2009, no sólo aportó más superficie al edificio (en total 115.000 metros cuadros construidos), también una serie de mejoras técnicas, como la climatización. Mantener caliente en invierno y frío en verano este edificio cuesta mucho dinero. Pero se puede ahorrar.

En los seis enfriadores que hay instalados en el exterior del hospital han agregado unos paneles que, mediante goteo, enfría el aire que entra desde la calle. Así se consigue que estos aparatos no estén en funcionamiento durante más tiempo de lo necesario.

Con unos vinilos en las ventanas, que reflejan el 79% de la energía solar, han conseguido que el laboratorio no demande tanto aire frío por la acumulación de calor.

En el área de calderas (hay seis, cuatro de gas y dos de agua caliente sanitaria), sólo se genera lo que se demanda.

Los 22.000 metros cuadrados de jardines son regados con el agua de un pozo. Un pozo que apareció durante la construcción del edificio y que la Confederación Hidrográfica del Duero legalizó para poder utilizarlo.

Con todas estas medidas se ha conseguido reducir en un 30% la factura de la luz y el gas y un 50% la del agua. Se ha pasado de un consumo de 166.000 metros cúbicos de agua en el año 2010, a 89.000 metros cúbicos en 2013. El ahorro conseguido son 52 veces el lago de Campo Grande de Valladolid.

Pero el Hospital Río Hortega quiere seguir ahorrando mucho más. Y para conseguirlo necesita una inversión más potente. A través de CARTIF van a trabajar en ello. Esta empresa vallisoletana ha obtenido una subvención europea para poner en marcha el proyecto "Smart Hospital". CARTIF se va a centrar en tres líneas: agua, energía y residuos. Su objetivo, a largo plazo, será reducir aún más las facturas de este hospital. Menos gasto y también mayor responsabilidad con el medio ambiente.