Cuando llegó a las 8 de la mañana, la jefa de estudios no notó nada raro. Abrió las puertas que, como cada día, estaban cerradas. Y cuando entró en el despacho de dirección se encontró con el resultado de la acción de los ladrones.
Las primeras sospechas apuntan a alguien que conoce el centro. Se ayudaron de una silla para saltar esta tapia y probablemente entraron en el pasillo de infantil a través de esta ventana corredera.
Faltan los 47 mini portátiles de la Junta de Castilla y León que usan los alumnos, 7 portátiles de los profesores, dos cámaras (una fotográfica y otra de vídeo), y dinero de la caja que se destina, entre otras cosas, a pagar las excursiones de estos niños.