Las cenizas del escritor Miguel Delibes reposan ya en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres del cementerio de El Carmen junto a los restos de su esposa Ángeles, unidos de nuevo, con sus descendientes como testigos de un acto íntimo por expreso deseo de la familia.

Poco antes de las seis de la tarde de este sábado, los restos mortales de Delibes han llegado al cementerio municipal en un cortejo fúnebre que se inició ayer con su muerte en el hogar y que se trasladó al Ayuntamiento de Valladolid, donde quedó instalada la capilla ardiente del académico.

Acompañado por miles de ciudadanos, prosiguió su camino por las céntricas calles de Valladolid, con una parada en la Catedral, donde se ofició el funeral, y desde donde se trasladaron los restos al crematorio para su incineración.

Horas después y en compañía de sus familiares y unos pocos representantes municipales, entre ellos el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, se ha producido el adiós definitivo a la figura del escritor en un breve acto.

En este Panteón de Vallisoletanos Ilustres, Miguel Delibes descansará junto a los escritores José Zorrilla y Rosa Chacel y el bailarín Vicente Escudero.

Allí se encuentran también los restos del investigador Pío del Rio Hortega, discípulo de Ramón y Cajal; del pensador Ricardo Macías Picavea y del poeta y del poeta realista Emilio Ferrari, entre otras personalidades.