La lluvia no consiguió deslucir las cabalgatas de los Reyes Magos de Oriente y tampoco apagó la ilusión de los miles de niños de la Comunidad que esperaban a Melchor, Gaspar y Baltasar con los brazos abiertos. Sus Majestades tomaron las calles de Castilla y León para repartir entre los niños alrededor de 30 toneladas de caramelos, unos dulces que también tuvieron en cuenta a los celíacos y a los niños diabéticos. Numerosas actividades, representaciones, la presencia de los dibujos animados televisivos más nombrados por los pequeños y la ilusión envolvieron una noche mágica que, pese a la lluvia, contó con miles de espectadores.

Ávila y Burgos

Ávila fue una de las ciudades que se libró de la lluvia. Como es ya tradición, Sus Majestades desembarcaron con su comitiva en la Estación de Ferrocarril, desde donde partieron en carrozas hacia el Mercado Chico, donde pronunciaron su discurso ante cientos de niños.

La Cabalgata contó este año con la participación de medio millar de figurantes, 28 carrozas y animación de calle, en el que además de los tronos de los Reyes Magos no faltaron personajes infantiles como Bob Esponja, Lassie, Ratatouille o Tom y Jerry. Durante el trayecto se repartieron 1.800 kilos de caramelos, 240 kilos de confeti, 2.000 serpentinas y 2.000 globos.

La comitiva recorrió la calle Banderas de Castilla, paseo de la Estación, plaza de Santa Ana, calle Arévalo, paseo Dos de Mayo, avenida de Portugal, calle San Segundo, plaza de la Catedral, Tomás Luis de Victoria, plaza de Zurraquín y concluyó en el Mercado Chico.

Por su parte, miles de niños, acompañados de sus padres, desafiaron a la lluvia para poder ver de cerca a los Reyes de Oriente en Burgos. La ocasión lo merecía, habían llegado a primera hora de la mañana desde sus respectivos países para poder llenar de ilusión las vidas de los pequeños de la capital. La Cabalgata de este año destacó de las anteriores por estar elaborada bajo una nueva temática en la que predominó una estética africana y babilónica, que acompañó a los pajes y grupos participantes, que salieron pasadas las 18 horas de la Avenida Eladio Perlado, para recorrer pasados por agua la calle Vitoria, hasta concluir en la Plaza del Mío Cid. Un recorrido de unos cuatro kilómetros, con dos horas de duración que, como otros años, se desarrolló sin incidentes y bajo la atenta mirada de miles de burgaleses.

Magia y color se dieron cita en una cabalgata en la que participó medio millar de personas, con la presencia de seis carrozas y doce agrupaciones locales, cuatro compañías y otras seis de distintos países con cerca de 60 artistas. No faltó realismo gracias a la presencia de la Legión Romana, a la que dieron vida los miembros del Club Ecuestre, ni el sonido de la dulzaina y la castañuela castellana, con la participación de grupos locales que, emulando a los pastores de la época, bailaron al ritmo de los villancicos.

León y Palencia

En León, la lluvia, intermitente durante toda la tarde, no evitó a los ciudadanos acudir a la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente a la estación de ferrocarril de León. Como es ya tradición, Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron su aparición en la locomotora ‘Mikado’ antes de comenzar el recorrido por las principales calles de la capital leonesa.

El recorrido se prolongó desde la avenida Sáenz de Miera, donde partió a las 18 horas, hasta la plaza de San Marcos, pasando previamente por la plaza de Santo Domingo, donde tuvo lugar uno de los actos centrales de la cabalgata, como es la Adoración. Durante todo el trayecto, las once carrozas participantes, con más de 250 personas incluidas en el recorrido, saludaron a los ciudadanos, que recogieron más de tres toneladas y media de caramelos.

Al final del recorrido tuvieron lugar, en la explanada de San Marcos, las actuaciones de varias compañías teatrales llegadas de todo el mundo para amenizar a los asistentes y poner el punto y final al desfile de este año 2011.

A la capital palentina los Reyes Magos llegaron en coche clásico y escoltados por motoristas, junto a los que realizaron un recorrido por las calles de la ciudad hasta la calle Isaac Peral, punto de partida de la tradicional Cabalgata. El itinerario, de una hora y cuarto de duración, continuó hasta la Plaza Mayor.

Siete carrozas -una del portal de Belén; las tres de los Reyes y otras tres con motivos de dibujos infantiles como ‘La Bella y la Bestia’, ‘Los Tres Cerditos’ y ‘Toy Story’- animaron el desfile, que contó con la presencia de 300 figurantes, cinco grupos de animación teatral, buzones mágicos y globos gigantes. Además, durante el trayecto se repartieron 1.400 kilos de caramelos.

Una vez en la Plaza Mayor, Sus Majestades fueron recibidos por la Corporación Municipal en el Ayuntamiento, donde se dirigieron a todos los palentinos desde el balcón central de la Casa Consistorial en la noche más mágica para los más pequeños que ni siquiera la amenaza de lluvia logró estropear.

Salamanca y Segovia

Miles de niños salmantinos vieron en primera fila la llegada de los Reyes Magos a Salamanca y los acompañaron por las calles del centro de la ciudad. 250 personas formaron parte del séquito real, en un desfile que en esta ocasión contó con cuatro carrozas y los tres tronos reales.

Además, la comitiva estuvo animada por siete grupos, de los que la gran mayoría procedían de Salamanca. Sueño Mitológico; Pasacalles Disney; Urban Safari; Castañeros; Tiritirantes y Tren Navideño fueron los grupos inspirados en personajes infantiles que animaron a los cortejos reales.

Los nombres de las cuatro nuevas carrozas, que oscilan entre los diez y veinte metros de longitud, inspiraron los motivos que las adornan: ‘Estrella Navideña’, ‘Puente Animado con Tiro de Ciervos’, ‘Bosque de Fresas’ y ‘Góndola azul’.

El rey Melchor dirigió unas palabras a los niños, en las que les recordó que aunque ellos no pueden hacer milagros como quisieran, sí es cada año su misión “sembrar ilusión, esperanza y amor, entre todos los hombres de buena voluntad”. Para ello intentarán “mitigar sus penas”, empezando por los niños. Además, les prometió que “nunca” faltarán a esta cita mientras haya niños como ellos que los esperen y que “crean en el milagro de amor de la Navidad”. Por último, Melchor les pidió que quisieran a sus familiares y compañeros del colegio y de juegos, y les invitó a potenciar su placer por la lectura y el estudio para que se conviertan en “hombres y mujeres de provecho”, que en el futuro puedan “defender con orgullo a Salamanca”.

La lluvia que cayó en algunos momentos del recorrido no impidió que los Reyes Magos de Oriente salieran por las calles de Segovia y saludaran a los más pequeños, que horas antes esperaban en el Alcázar su salida. A las 18.30 horas, el programa de actividades programado por la Concejalía de Cultura para la recepción real comenzó con un bonito espectáculo de luz y pirotecnia con el que la ciudad dio la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los efectos visuales y la pirotecnia transformaron la puerta de entrada a la fortaleza en una "puerta mágica" por la que salieron en medio de una prolongada ovación de todas las personas que se concentraron en los jardines de la plaza de la Reina Victoria Eugenia para presenciar el inicio de la cabalgata.

Como en cualquier buen espectáculo que se precie, la música tampoco faltó a la cita y los distintos cortejos contaron con ambientación musical y un grupo de bailarines que animaron el recorrido. Por su parte, los cortejos no dejaron sin repartir ni uno solo de los 1.400 kilos de caramelos facilitados por el Ayuntamiento.

A su llegada al Azoguejo, los Reyes Magos fueron cumplimentados por el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, que les esperaba sobre el estrado, y una vez sentados en sus tronos, recibieron a los niños que guardaban cola para hablar con ellos.

Soria, Valladolid y Zamora

Tres toneladas de caramelos se lanzaron en el recorrido de las ocho carrozas por las calles de Soria. La lluvia constante no impidió que las familias acudieran a recibir a Los Reyes Magos de Oriente, quienes ofrecieron oro, incienso y mirra en el Belén ubicado en la Plaza Mayor. Junto a las carrozas se arremolinaron los ciudadanos provistos de paraguas para cobijar a los pequeños, quienes se afanaban por recoger los caramelos, mojados en los charcos de la calle.

El recorrido comenzó en el estadio de Los Pajaritos y recorrió las calles centrales de Soria hasta alcanzar El Collado, donde fue más difícil avanzar por el estrechamiento de la calle y la cantidad de paraguas. En la Cabalgata participaron 200 personas, entre las que se encontraban representantes de asociaciones y empresas colaboradoras en una actividad coordinada desde el Ayuntamiento de la ciudad.

Por su parte, en Valladolid la ligera lluvia caída sobre la ciudad tampoco impidió el discurrir de la Cabalgata, que atrajo a miles de pequeños desde su inicio, en Filipinos, hasta su conclusión en la Plaza Mayor. El desfile se inspiró en la naturaleza y en las cuatro estaciones. Una decena de carrozas, cuatro pasacalles, cinco espectáculos itinerantes, tres agrupaciones musicales, más de un centenar de artistas y alrededor de 450 niños conformaron la comitiva, que repartió cerca de dos toneladas de caramelos.

No faltaron a su cita con los más pequeños algunos de los personajes más famosos de los dibujos animados, como Bob Esponja, Calamardo, Patricio o Nemo. Todos ellos desfilaron por las calles de la ciudad vallisoletana junto a los tres Reyes Magos.

Por último, miles de personas presenciaron en Zamora el paso de la Gran Cabalgata de Reyes, “modesta pero coherente y con mucha gracia”, según valoró un padre de familia. “Ha sido una cabalgata humilde pero muy bien resuelta, sin nada estridente ni que molestase y ha merecido la pena venir”, aseguró.

La débil lluvia inicial no desanimó al público zamorano, que acudió en masa para presenciar el paso de las tres carrozas de fantasía que recreaban paisajes egipcios y los tres tronos reales, acompañados por un séquito de más de 800 personas y desde los que se repartieron más de cinco toneladas de caramelos.

La Corporación municipal recibió a los integrantes de la comitiva en la Plaza Mayor, después de un recorrido que cruzó de norte a sur la capital zamorana, entre las que atravesó algunas de sus calles más emblemáticas.