Son 232 viviendas listas para entrar a vivir en este verano, pero llevan 10 años desde que arrancara la idea.
Una década de papeleo, pleitos y encontronazos con el ayuntamiento de Fuensaldaña en Valladolid. Ahora, los que quieran vivir aquí, tienen que renegociar su hipoteca con el banco malo, ya que no se han librado de la crisis.
Y por el camino, en estos 10 años de disgustos han tenido que modificar una vida planteada en torno a esta casa. Exigen cordura para solucionar un problema del que son víctimas no culpables.