La Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados rechazó este martes una proposición no de ley de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en la que se instaba al Gobierno a establecer los mecanismos y desarrollos legales necesarios para que se eviten situaciones de maltrato animal, tales como el Torneo del Toro de la Vega, que se celebra en Tordesillas (Valladolid).
El diputado del PP Ernesto Aguiar justificó la oposición de su grupo a esta iniciativa por cuestiones formales y de fondo. Así, explicó que la comisión de Agricultura y Medio Ambiente no es la apropiada para debatir sobre esta cuestión porque el Ministerio carece de competencias sobre los espectáculos taurinos.
En segundo lugar, el parlamentario popular recordó que las competencias para regular el toro de la Vega dependen de la Junta de Castilla y León que, además, creó en su día un registro para aquellos festejos con 200 años de antigüedad, como es el caso.
"El Gobierno no puede atender las propuestas que se plasman porque invadiría las competencias de Castilla y León", afirmó, para subrayar a continuación que deben ser los ciudadanos de Tordesillas y sus instituciones quienes deben pronunciarse sobre la conveniencia de la pervivencia de sus tradiciones.
"Cultura de la violencia"
Por su parte, la autora de la iniciativa, Laia Ortiz, insistió en la necesidad de articular mecanismos legales para evitar cualquier tipo de espectáculos, fiestas o tradiciones que se ensañen con el maltrato animal. "Se trata de respetar el resto de seres vivos que conviven con nosotros y no exaltar la cultura de la violencia".
Para la parlamentaria de IU, el Toro de la Vega es uno de los ejemplos "más bestiales" que pueden tener lugar en España, y añadió: "Seguir con lanzas, púas e incluso destornilladores a un animal por el simple hecho de divertirse se aleja mucho de la cultura y de una sociedad civilizada porque los animales sienten dolor".
Además, también argumentó que las costumbres de los pueblos van cambiando con el paso del tiempo y, ahora, por ejemplo, ya no se queman ni brujas ni está autorizada la caza del zorro en Inglaterra, pese a que sea un país que defiende con ahínco sus tradiciones.
"Lo que no tiene sentido es que el Código Penal considere un delito maltratar a un perro y no a un toro, que también sufre", subrayó, para recordar a continuación que hay touroperadores que ya se han pronunciado en contra de promover aquellos destinos turísticos donde se celebren este tipo de espectáculos.
Respetar las tradiciones
Por su parte, Alejandro Alonso, del PSOE, presentó una enmienda transacional para reprochar cualquier tipo de maltrato a los animales, pero sin citar concretamente el caso vallisoletano.
"Nos repugnan las conductas que suponen daños innecesarios a los animales, nos repugna el maltrato y defendemos el compromiso de avanzar a una sociedad que proteja a los animales", argumentó.
No obstante, recordó que sobre esta cuestión hay una gran controversia social y jurídica y, además, se analiza de modo diferente en la cercanía de la fiesta que en otras provincias más lejanas, como lo demuestra el hecho de que el presidente del patronato promotor de la misma sea un destacado dirigente de IU en la localidad.
"Desde el punto de vista social, la controversia debería solucionarse respetando las tradiciones y, al mismo tiempo, a los animales. Desde el punto de vista jurídico, todos los países desarrollados están avanzando en una nueva ciencia jurídica sobre el derecho de los animales para ir tomando decisiones legislativas que eviten el maltrato de los animales", explicó.
Por ello, reconoció finalmente que hay espacio para que el Gobierno regule jurídicamente estos festejos en colaboración con las comunidades autónomas, que fue una de las conclusiones del informe que presentó una comisión de expertos en la última legislatura, donde también se trató esta cuestión.
Más crítico se mostró Toni Cantó, de UPyD, quien calificó de "barbaridad" el Toro de la Vega, y propuso la creación de un catálogo donde se incluyan todos aquellos festejos que se quieran prohibir y que, según el sentido común, traspasan unas líneas que no deberían cruzarse.