La última tregua decretada en Kiev no ha visto el amanecer. La céntrica plaza de la independencia y las inmediaciones se ha vuelto a transformar en una batalla campal. A pesar de que los opositores han ganado terreno y han hecho retroceder a las fuerzas de seguridad, el número de cadáveres aumenta hora a hora y el traslado de heridos en improvisadas camillas es habitual.

Desde México, Obama culpa al Gobierno de utilizar la violencia contra los manifestantes y amenaza con consecuencias. También la Unión Europea estudia sancionar al país. Los ministros de exteriores de Alemania, Francia y Polonia se han reunido con Yanukovich para buscar una solución al conflicto.

Las medios locales amplían la cifra de muertos civiles cada poco y el 'Kiev post' afirma que los opositores han capturado a casi medio centenar de policías y los tienen en uno de los edificios que han tomado.

Los manifestantes intentan avanzar hacia el parlamento que ya ha sido desalojado. Según el Ministerio del Interior, los altercados de este jueves han surgido porque un francotirador ha herida más de 20 efectivos de las fuerzas de seguridad. Los opositores denuncian que el gobierno utilizar matones a sueldo.