Son todo un símbolo de Béjar, en Salamanca: personajes legendarios que cada año cobran vida en la procesión del Corpus. Los Hombres de Musgo recuerdan la ingeniosa forma con la que los cristianos arrebataron la ciudad al poder musulmán. Recrear esos seres monstruosos no es tarea fácil.
Saben que pasarán una mañana de cansancio y mucho calor. La manta que les recubre es húmeda y pesa 12 kilos , pero quieren convertirse en hombres de musgo para mantener viva la leyenda que pasa de generación en generación: así vestidos, los cristianos lograron asustar a los centinelas, entrar en la ciudad musulmana y reconquistar Béjar. Esta vez son seis amigos que llevaban cinco años en lista de espera
El musgo, que se guarda en un 70% de un año para otro, se va atando sobre las ropas y la gorra que protege la cabeza. Tras horas de preparación los personajes monstruosos están listos para el recorrido que ningún bejarano ni turista quiere perderse.
Este año había que protegerse especialmente del calor , así que los hombres de musgo han sido convenientemente regados como si fueran plantas. Son los elementos más llamativos de una fiesta del Corpus que aspira a convertirse en atractivo internacional , una vez reconocida como de interés turístico nacional.