En España escogemos agendas "día página"; en el extranjero, todo es "semana vista". Pero para evitar indecisiones, ya hay algunas que combinan las dos opciones. Algo muy difícil de hacer, según los editores. La tarea de fabricar una agenda se ha ido complicando, entre otras cosas, porque cada cliente quiere diferenciar la suya y escoge todo tipo de elementos a su gusto: el tipo de cierre -broche, trabilla, imán, goma-; el color de la tapa -hay más de 200 y se mezclan entre si-; naturalmente, la composición clásica tipo libro, con las páginas cosidas, o la más actual tipo cuaderno, con espiral o canutillo; el tamaño -las hay que caben en un bolsillo o tan grandes como un folio-; y una infinidad de adornos e informaciones interiores: el santoral, las frases célebres, las fiestas de aquí o de allá, los días y meses en varios idiomas y muchas cosas más. Todas las agendas se parecen, sí, y todas sirven para lo mismo, pero es raro que dos empresas regalen esta Navidad agendas iguales. Simancas Ediciones, en Dueñas (Palencia), es la principal fábrica de agendas de España. Por cierto, si se preguntan si la tecnología mató a la estrella del papel, la respuesta es no.