A punto de despedirse, este 2022 no será especialmente bien recordado por nuestro campo. "Es un año malo, por debajo de la media, pero tanto como catastrófico, no", así lo explica el director de Agroseguro de Castilla y León. Es el resumen de un año marcado por la sequía y especialmente por la sucesión de olas de calor del pasado verano. "La mayor incidencia ha sido en cuanto a los cereales y los herbáceos", dicen desde el sector.

Las elevadas temperaturas dejaron cosechas más bajas y de menor calidad. Esto ha provocado que los siniestros contabilizados por los seguros agrarios rocen los 130.000. Son más que el año pasado y aunque esta vez la uva se ha salvado, el girasol no puede decir lo mismo. "De 220.000 hectáreas que tenemos asegurados, 190.000 se han siniestrado, es decir, prácticamente toda la contratación del girasol", afirman desde Agroseguro CyL.

Si hablamos de indemnizaciones, los seguros agrarios, entre campo y ganadería, han hecho frente este año a cerca de 80 millones de euros, 10 más que en 2021. Por provincias, "En cuánto a intensidad de daño, Zamora y Salamanca se han llevado la palma." Y un último dato. Con el plazo aún abierto, las contrataciones de seguros agrarios están un 8 por ciento por debajo de las del año pasado. Y eso pese a que el aumento de las subvenciones de Ministerio y Junta ha reducido a la mitad lo que paga el agricultor.

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