La otra cara de la moneda está en León. Allí las obras que acabarán con décadas de fragmentación, terminarán previsiblemente esta primavera. Aún así los vecinos no podrán coger el tren en los andenes bajo tierra, hasta el próximo año.

Tras dos años de obras del el soterramiento del AVE parece que Adif agiliza más que nunca el proyecto que esta ampliando la estación y ejecutando el cajón ferroviario soterrado en León capital.

Aunque de momento Adif no da plazo para la puesta en servicio de la línea León – La Robla y la apertura de la variante de Pajares.

La Alta Velocidad llegó a Castilla y León a finales de 2007. Las primeras ciudades en las que aterrizó fueron Valladolid y Segovia.

En pleno campo y a más de cinco kilómetros del centro de la ciudad se encuentra la estación de Segovia. Eso obliga a los usuarios a utilizar el transporte público para acceder a ella o acudir en  coche.

En Burgos hace más de una década que no pasan los trenes por el centro de la ciudad, la solución adoptada fue una variante de 20 kilómetros, enterrando así el Soterramiento de las vías que se barajó durante los años 80. Finalmente se eligió una solución más práctica y económica: una variante ferroviaria. Obra que acumuló casi cinco años de retrasos por discrepancias con los precios y las expropiaciones.

En Palencia hace más de 25 años que se empezó a hablar de sacar las vías del tren de la ciudad. Primero se pensó en una especie de pasarela por la que circularían los trenes. Una vez descartado ese proyecto es cuando se empezó a hablar del soterramiento propiamente dicho y ahí ya sí se invirtió dinero.