La Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón acoge, hasta el 26 de junio, la exposición del artista leonés Isacio de la Fuente (Villamoratiel de las Matas, 1955), promovida por Caja España – Caja Duero.
La muestra reúne "una pequeña parte" de sus proyectos pues, como él mismo escribe en el tríptico de la exposición, su obra es "mucho más extensa y los proyectos se entrelazan proporcionando coherencia y continuidad a las propuestas plásticas".
Isacio de la Fuente inició sus estudios en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de León, para continuarlos en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao, donde obtuvo en 1982 la Cátedra de Dibujo.
Realiza en 1993 el Taller de Arteleku dirigido por Eva Lootz. Su obra procede de los planteamientos pictóricos iniciados por Luis Gordillo en la década de los 70, donde los vínculos pictoricistas que se establecían en la vanguardia clásica entre artista y espectador desaparecen, para dar prioridad a la verosimilitud de lo representado como algo ajeno a lo pintado.
Según informan desde la entidad financiera en un comunicado, "en este caso, la pintura ya no se imita a sí misma, es un medio más, entre otros muchos, para acercarse a la contemplación de un mundo oscuro y remoto: el de la mente". En la obra de Isacio de la Fuente los motivos aparecen repetidos obsesivamente, es decir, las formas recurrentes son el medio por el cual articula las composiciones de modo que éstas forman parte de un todo, sin duda, el universo particular del artista.
De la Fuente alcanzó una importante notoriedad en el panorama plástico español durante la década de los 90 con una pintura que, basada en una rigurosa introspección, trata de reflejar mediante elementos formales que se repiten casi con obsesión su particular universo.
Tras una etapa en la que se centra en la creación y puesta en marcha de un espacio expositivo en Rabé de las Calzadas (Burgos) 'Espacio conectado', el artista ha continuado trabajando en estos últimos años con un afán obsesivo y con una necesidad visceral de abarcar y representar, mediante el lenguaje pictórico y escultórico, una cantidad ingente de temas siempre relacionados con sus propias experiencias vitales, que llegan incluso a desbordar su admirable capacidad de trabajo y concentración.