Cada vez nacen menos niños y los que lo hacen tienen padres de edades más avanzadas. Este retraso de la maternidad supone un aumento de problemas asociados al embarazo y más casos de partos por cesárea. La Organización Mundial de la Salud recomienda que supongan, como mucho, del 10 al 15 % del total de los partos. "La vía normal del parto es la vaginal y es la mejor tanto para la madre como para el feto", indica la especialista en ginecología y obstetricia, Isabel Gippini. Pero no sucede así: esta tasa ya ha superado el 20 % en los hospitales de Castilla y León. 

Esta práctica se realiza cuando existen riesgos para la madre o el feto, que se incrementan con la edad materna: tensión arterial alta, diabetes, riesgo de mortalidad intrauterina o de parto prematuro. Todavía suponen peligros, pero muchos menos que hace apenas una década. Ahora, con todas las madres se intenta emplear el método piel con piel nada más nacer para comenzar la enseñanza de la lactancia como si hubiera sido un parto normal. 

Los expertos recomiendan preservar los ovocitos si se plantean embarazos a partir de los 35 años. Actualmente, el momento de ser madre en Castilla y León se ha retrasado en 2 años desde el 2000. 

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