La robótica está cambiando la manera de trabajar en los hospitales. Las intervenciones son más precisas y esto tiene multitud de beneficios para los pacientes. Seguro que el robot Davinci les suena. Cuatro hospitales de Castilla y León lo utilizan a diario. Pero desde 2023 además contamos con otra herramienta. Es el robot MAKO, solo hay tres hospitales públicos en toda España con él. Uno de ellos en Valladolid.

La llegada de MAKO ha revolucionado las operaciones en el Clínico de Valladolid, y ha supuesto un cambio de paradigma: mejora todo el proceso desde antes de pasar por quirófano hasta la recuperación misma. Este robot se ha convertido ya en una mano más en la colocación de prótesis de rodilla y de cadera. Uno de sus grandes beneficios es la precisión, el trabajo es milimétrico y además incorpora una tecnología háptica: primero delimitan unos puntos para que el robot conozca la fisonomía del paciente, de manera que si el robot detecta que hay un riesgo de superar esas zonas automáticamente se para. Y logra colocar las prótesis de manera personalizada gracias a unos estudios de imagen que hacen previamente que permite planificar la prótesis para cada paciente. También aporta información durante el procedimiento, que ayuda en la toma de decisiones. El tiempo de recuperación se está acelerando: el reto es llegar a dar el alta en el día. En el año y medio que lleva en el hospital ya ha participado en más de 600 intervenciones. Quieren llegar a mil anuales.

Con su implantación se ha puesto en marcha una escuela de rodilla. Dan formación antes de pasar por quirófano y ayuda a que el paciente entienda todo su proceso. Han detectado pacientes con menos estrés, que se traduce en menor medicación. Ahora están preparando una aplicación móvil con la que el paciente podrá monitorizar su evolución. Pronto estará lista. 

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