Un grupo de apicultores de la organización 'Mundo Rural Naturaleza' (Muruna) ha comenzado a subir a zonas apartadas de la Montaña Palentina diversas estaciones móviles de polinización para compensar la desaparición de la abeja silvestre por la plaga de la ‘varroasis’, según informaron fuentes del Fondo para Protección de Animales Salvajes (Fapas), que coordinada la iniciativa.
El denominado ‘apimovil’ es un carro con colmenas que permite que la abeja melífera doméstica acceda a floraciones de altura, fuera del alcance de los colmenares tradicionales que circundan las aldeas de montaña. Su función se centra en polinizar puntos claves para la fauna protegida donde crecen especies vegetales que dependen de la abeja para fructificar, como el arándano, el serbal y el mostajo. Todas ellas son fuentes de alimento estratégicas para especies amenazadas como el urogallo y el oso pardo.
El carro permite la movilidad de las colmenas para aprovechar las diferentes floraciones que se producen en la montaña y puede multiplicar hasta por tres la producción de miel. Está preparado para ser manejado por apicultores no profesionales, con una producción de miel baja-media, y se puede remolcar con el carné de conducir básico.
La instalación móvil para la polinización lleva incorporado un pastor eléctrico para frenar arremetidas “del goloso y hambriento oso pardo”, según se señala desde el Fapas, de modo que no destroce las colmenas, claves para la polinización y que le pueden nutrir más tarde de los frutos silvestres que las abejas ayudan a producir. En la polinización del arándano la abeja es el insecto determinante así como en la mayoría de las variedades de manzano.
Está probado que cuanto mayor sea el número de visitas por flor, más y mejor fruta producirá, llegando a elevar, si el número de polinizadores es elevado, de cinco a seis veces su producción. Las floraciones duran y estaban calculadas para ser asistidas correctamente en tiempo y forma por agentes polinizadores, que cada vez son menores. Una abeja puede, en condiciones normales, visitar 45 flores en cada salida. Para producir un kilo de miel 60.000 abejas visitarían tres millones de flores.