Emoción, nervios y anécdotas en el sorteo de la Lotería de Navidad

Los niños de San Ildefonso protagonizan momentos entrañables que arrancan sonrisas incluso a quienes no han tenido suerte

Noemí Morante
Hoy es un día marcado por la alegría, las emociones y también por las anécdotas. Los nervios de los niños de San Ildefonso vuelven a dejar momentos reseñables durante el sorteo de la Lotería de Navidad, escenas que sirven de consuelo y de sonrisa para quienes no han visto la suerte de su lado.
 
No faltan las bolas traviesas, esas que obligan a agacharse y a interrumpir el canto. Situaciones imprevistas que forman parte del sorteo y que los pequeños saben manejar, a pesar de los nervios inevitables. Secarse el sudor, beber un poco de agua y continuar con el objetivo que todos desean: cantar un premio.
 
La emoción se desborda cuando llega el momento de celebrar. Algunos se adelantan y corren para compartir la alegría. Ha sido un segundo premio madrugador, seguido de escenas especialmente destacadas: las niñas con más estrella, que cantaron un quinto premio, seis minutos después otro más y, solo cinco minutos más tarde, El Gordo.
 
El Teatro Real aplaude y se llena de emoción entre sus personajes. Un escenario único donde, un año más, no hay mejor lugar para soñar con que la suerte llegue.