Fénix es un caballo que ha estado a punto de morir por culpa del abandono y del maltrato al que le sometió su dueño. Por suerte, gracias a la Asociación Winston, el animal ya ha engordado unos kilos e incluso le ha dado tiempo a enamorarse.
El pasado ocho de enero, el Seprona de la Guardia Civil imputó un delito contra la flora, fauna y animales domésticos a un vecino de Ávila, ya que se le consideró responsable del mal estado del animal.
El equino fue a parar bajo la custodia de la Asociación Winston, en La Cañada, que se encarga de ayudar sin ánimo de lucro a caballos abandonados o maltratados. El animal estaba desnutrido y tenía paperas, pero gracias a los muchos cuidados, cariño y sesiones de fisioterapia proporcionados por los miembros de la asociación, Fénix está fuera de peligro.