Microinversiones fáciles que a veces salen caras

La falta de formación financiera y la influencia de prescriptores en redes sociales elevan el riesgo entre los jóvenes

Los jóvenes han encontrado en las microinversiones financieras una vía para obtener ingresos, aunque no siempre con el resultado esperado. “A veces demasiado rápido, a veces demasiado arriesgado”, un camino que, como ocurre con el juego, parece despejado y en el que ganar dinero se percibe como una tarea sencilla.
 
Sin embargo, esa sensación inicial de control puede convertirse en un problema. “La confianza en un medio en el que piensan que están capacitados para moverse termina por llevarles a callejones sin salida”, advierte José Carlos Cutiño, portavoz de la OCU. Una situación que se produce en parte por la necesidad económica que se genera, pero sobre todo por la escasa formación financiera con la que muchos jóvenes afrontan este tipo de inversiones.
 
A ello se suma la procedencia de la información. “Hay que tener en cuenta que la fuente de información de muchos de estos jóvenes son influencers, influencers financieros en los que depositan su confianza y de los que no sabemos qué tipo de estímulos, qué tipo de incentivos tienen para recomendar determinadas prácticas que luego los más jóvenes reproducen”, explica Cutiño.
 
La OCU ya ha denunciado a la empresa Tradeando por prácticas engañosas, como prometer ingresos rápidos, la falta de transparencia y el uso de los llamados patrones oscuros, estrategias diseñadas para influir en el comportamiento del usuario.
 
Un escenario que pone de manifiesto los riesgos de unas inversiones que, aunque pequeñas en cantidad, pueden acabar teniendo un alto coste económico y personal.