La compañía Teatro Corsario Castilla y León celebrará una gran fiesta en el teatro Calderón, a partir del viernes, y durante tres días, en honor de su histórico director, Fernando Urdiales, justo en la semana que se cumple un año de su fallecimiento. Presentará al público, este viernes y el sábado 17, el espectáculo 'La Barraca de Colón', una de las dos obras más personales de Urdiales junto a 'Celama', que, además, recibió el premio Max al mejor espectáculo Revelación en 2007.
El domingo, 18 de diciembre, los componentes de la compañía decana de España en teatro clásico representarán 'El gran viaje', una recopilación de escenas de una docena de obras creadas ex profeso por los componentes del colectivo para rendir un reconocimiento íntimo a quien les dirigió durante casi 30 años y que fue estrenado en el festival de Olmedo Clásico el pasado verano.
El montaje 'La barraca de Colón' desarrolla una visión crítica, cargada de humor, sobre el personaje de Cristóbal Colón, presentado en esta ocasión como un antihéroe de su tiempo, una ácida crítica contra el poder establecido y la versión oficial de los hechos. El espectáculo pone en solfa el mito sobre el descubridor de América, "este aventurero tan enigmático que a veces parece inventado", escribió Fernando Urdiales.
"Cristóbal Colón está presente con su imagen estatuaria en infinidad de lugares emblemáticos, en esos sitios reservados para patriotas y próceres. El héroe monolítico, plantado con abrumadora presencia en tantos países del mundo, ha sido objeto de una biografía construida a partir de documentos que tratan de argumentar la mentira interesada, defendida sin pudor alguno de manera obsoleta, por los siglos de los siglos", decía también su autor al referirse al peso de la leyenda del famoso personaje.
'La barraca de Colón' se desarrolla en un lugar tan original como una barraca de feria donde un grupo de artistas de circo y variedades dan vida al Almirante, presentando una visión iconoclasta de Colón. "Este planteamiento nos acerca a su perfil más humano y a su faceta de engañador engañado, de perdedor, en definitiva, que es la alegoría más común del héroe contemporáneo", reconocía el propio creador.