No importa la crisis. No importa el cambio de escenario. No importa que no hubiera cena de gala. El Bierzo cumplió un año más con el locutor Luis del Olmo y miles de personas llenaron las inmediaciones del teatro Bergidum de Ponferrada (León) para recibir a los galardonados de esta nueva entrega de los premios 'Micrófono de Oro', que vivió este año su edición más modesta aunque si perder su habitual glamour.
El desembarco de las voces y los rostros premiados este año sobre la alfombra roja extendida a lo largo de la calle Ancha de la capital berciana llegó, como ya es tradición, en las viejas glorias del asfalto que forman la caravana del rallye 'Protagonistas'. El primero en llegar fue el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien con su característico humor recordó que el visita tres veces al año El Bierzo para "llenar el maletero" –su mujer es berciana- y que con el presidente del PP, Mariano Rajoy, con quien compartió galardón en la categoría de política, no tienen nada en común excepto que fuman puros. "Le voy a regalar uno, aquí mismo lo tengo", bromeó Revilla.
A continuación llegó el director de informativos de fin de semana de Intereconomía TV, Juan Ignacio Ocaña, el seleccionador nacional Vicente del Bosque y la periodista Rosa María Molló, que reconoció la importancia de estos premios que otorga la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión y avanzó que su destino para esta semana será Israel. El desfile de personalidades siguió con la llegada de la maestra de ceremonias, la periodista Susana Griso, el presentador del programa 'Queremos hablar' de Punto Radio, Albert Castillón, la cantante Ana Torroja, y la baronesa Thyssen, Carmen Cervera.
Sin duda, una de las más aclamadas fue la periodista Ana Rosa Quintana que se acercó a besar y abrazar a las señoras que le gritaban "guapa, guapa". La presentadora de Telecinco recordó su anterior paso por los 'Micrófono de Oro' en 2004 cuando estaba embaraza de sus mellizos "aunque nadie lo sabía" y bromeó que con la suerte que le da Ponferrada para que lleguen "ahora las mellizas". Tras Ana Rosa Quintana pisaron la alfombra roja el conductor de 'La Mañana' de la COPE, Ernesto Saénz de Buruaga, el periodista Iñaki Gabilondo, el actor Arturo Fernández, el presentador de Punto Radio José Miguel Azpiroz y el periodista de Cuatro, Manu Carreño.
Tres metros sobre Mario Casas
Lo mejor quedaba para el final. El joven actor Mario Casas llego en un camión Peterbilt de los años 70 entre los gritos y los chillidos de las jóvenes –y algunas no tan jóvenes- que se agolpaban en la calle Ancha con papel y bolígrafo y cámara en mano, a la espera de conseguir inmortalizar para siempre un recuerdo de su ídolo. Risas y también algunas lágrimas por la emoción de estar a tan sólo tres metros de Casas –su película '300 metros sobre el cielo'-. "Queremos ser tu chivata", decía una de las pancartas. El actor gallego explicó que era la primera vez que estaba en El Bierzo y que estaba feliz de recibir ese 'Micrófono de Oro' y muy "impactado" por el gran recibimiento. "Desde pequeñito quería ser actor y de momento estoy teniendo suerte, voy a seguir trabajando e intentar hacer las cosas bien y poco a poco", dijo Casas.
Pero el joven y guapo Mario Casas no fue el único aclamado, el presidente del PP, Mariano Rajoy fue recibido en la tierra de presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con vítores de "presidente, presidente" y también algún "guapo". Obviando la actualidad política, Rajoy recordó que su primer destino como registrador de la propiedad fue en Villafranca del Bierzo con 23 años y que estuvo viviendo durante diez años en León cuando era niño, por lo que tiene muchos recuerdos vinculados a esta tierra.
Con Rajoy sobre la alfombra roja concluyó el desfile de personalidades para dar paso a una gala que en el teatro Bergidum tenía un carácter más solemne y estiloso, parecido a un festival de cine. Los maestros de ceremonias, Luis del Olmo y Susana Griso, entregaron en un mano a mano los 19 'Micrófonos de Oro' en las categorías de televisión, radio, prensa, periodismo audiovisual, toros, trayectoria profesional, deportes, política, obra social, espectáculos, extraordinario y empresas.
Un 'Micrófono' por sorpresa
La ceremonia de entrega tuvo en esta ocasión un ritmo más ágil que en ediciones anteriores y en menos de dos horas, cada uno de los premiados ya sentía el peso de ese 'Micrófono de Oro'. Ese peso le llegó por sorpresa a la presentadora Susana Griso durante la entrega del galardón a Iñaki Gabilondo, que fue el momento elegido por Luis del Olmo para imponer a su compañera la capa de la Cofradía Gastronómica del Real Botillo del Bierzo y entregarle un 'Micrófono de Oro'. "Esta imagen la voy a guardar de por vida", afirmó Griso al recibir el premio de dos de sus referentes profesionales, Del Olmo y Gabilondo.
Iñaki Gabilondo, reconocido por su trayectoria profesional, pisó las tablas del Bergidum con la página 18 del guión que Susana Griso había "perdido" y que había sido el motivo por el que había pasado directamente al siguiente galardonado, Rajoy. El periodista señaló que un premio a la trayectoria es un premio "redundante" porque "la trayectoria ya es un premio". Así, apuntó a la capital berciana como el "reino mágico" de la radio, con Luis del Olmo como su rey. "Vengo a Ponferrada como quien va a peregrinar al lugar de origen de la radio", afirmó.
El último en recoger su 'Micrófono de Oro' fue el presidente 'popular' Mariano Rajoy que, a preguntas de Del Olmo, reconoció haber bajado de peso y recomendó hacer una hora de deporte diaria y dejar de fumar, aunque él todavía no ha dejado el "purito". En esta ocasión, el responsable del PP si entró en la arena política para comprometer un plan a cuatro años centrado en la creación de empleo que daría "seguridad, certidumbre y disiparía dudas". Así, tampoco cree en los anunciados "brotes verdes" del PSOE y lo comparó con el cuento de Pedro y el lobo. "Llevan tanto tiempo anunciándolo que cuando llegue al final nadie se lo va a creer", afirmó el líder de los populares.
Luis del Olmo agradeció la colaboración de los empresarios bercianos que hicieron posible la celebración de los 'Micrófonos de Oro' a pesar de las dificultades económicas para su organización y cerró la ceremonia con la vista puesta ya en la edición del año que viene que, aseguró, será en su lugar habitual en el pabellón 'El Toralín', esperando tener ya la crisis olvidada.