Es el nuevo perfil con el que se encuentran las entidades del tercer sector.
"Alguien que esta trabajando 20 horas, cobrando 500 euros y que oficialmente no está en el paro. Ya, pero evidentemente sigue viviendo en una situación de pobreza", declara Antonio Jesús Martín, Presidente de Cáritas en Castilla y León.
Organizaciones como Cáritas denuncian la precariedad laboral. El año pasado atendieron a 11.000 usuarios en Castilla y León, solo 2.000 de ellos consiguieron trabajo. La mayoría empleos temporales. En torno a un 30 por ciento de las personas que acuden a Cáritas trabajan pero siguen siendo pobres.
Y necesitan ayudas para pagar las facturas, el alquiler, la hipoteca o los gastos farmacéuticos.
Más difícil aún es la situación de las personas sin hogar.
"En el albergue se pasan muchas horas en la calle . Alguien que termina de trabajar a la seis de la tarde a las siete de la tarde hasta las diez no puede acceder al albergue" dice la concejal de servicios sociales, Rafaela Romero. Por eso el ayuntamiento de valladolid pone a su disposición pensiones hasta que puedan alquilarse una habitación.
Porque tener trabajo no significa poder tener un hogar.