Peseta a peseta y real a real, los vecinos de Donado, un pequeño pueblo de la comarca zamorana de Sanabria, consigueron levantar un santuario a su patrona. Tardaron 71 años, y ahora esa misma devoción se les ha vuelto en contra. Los velones que encendieron el pasado domingo para honrar a su virgen han tenido el peor de los desenlaces.
Una gruesa capa de hollín cubre todo el interior del santuario de Donado. Así ha quedado el templo después de que la romería en honor a la virgen de la Peregrina que congrega a miles de personas acabara en desgracia. Las más de mil velas encendidas en el interior prendieron de madrugada.
Acabada la fiesta, a las cinco de la madrugada un joven vio arder las puertas y dio aviso al alcalde. Acarreando calderos de agua en la fuente lograron sofocar el fuego.
Vecinos de otros pueblos les ayudarán a limpiar la iglesia. Pero necesitarán donativos y la ayuda de instituciones para que el santuario de la Peregrina vuelva a lucir como antes.