La vendimia ya no es lo que era, sobre todo en las variedades blancas. Pocos se agachan en las viñas gracias a las máquinas vendimiadoras. Una vez en la bodega, el tratamiento que se le da al mosto es cada vez más profesional.

La Investigación aporta nuevas técnicas como el uso de la conductividad eléctrica y la criogenización, que proporcionan una mayor calidad y una fermentación homogénea para potenciar los aromas.

El momento en el que la uva cae en la tolva es el mismo de siempre y compartido por todas las bodegas pero una vez ahí, la cosa cambia. Esta bodega criogeniza la uva.

Con éste método se rocía la uva con carbónico líquido a menos 80 grados con el objetivo de enfriar e inertizar la uva, para que en ese momento saque todos los aromas posibles.

Tras este proceso de no más de un minuto, la uva pasa a la prensa. Aquí Pradorey es pionera en España. Se prensa cada tipo de uva con una fuerza determinada y un sistema detecta el porcentaje de catequinas, es decir, los compuestos oxidables de la uva. En el momento en el que el número de catequinas es superior al de un mosto de primera, salta el indicador y se desvía por otra válvula.