Una disputa que se remonta varios años atrás, cuando un párroco quiso ver la ermita y no pudo acceder a ella. Desde ese momento, se ha intentado buscar quién es el titular de La Lugareja, una joya del arte del siglo XII, considerada la obra maestra del románico- mudejar abulense. En enero, el Juzgado de primera instancia de Arévalo dejaba en manos de particulares este templo, su defensa era que había sido desamortizado junto con las fincas del monasterio que se situaban alrededor.

Por ello, el Obispado de Ávila presentaba un recurso de apelación a la Audiencia Provincial que finalmente ha reconocido a la iglesia como propietaria. La prueba aportada ha sido la demostración de que era una parroquia rural, en cuyo caso no se considera efectiva la desamortización.