El exciclista navarro Miguel Induráin visitó hoy el Museo de la Evolución Humana acompañado por la consejera de Cultura, María José Salgueiro, en la primera visita que el pentacampeón del Tour realiza al Museo con el ánimo de conocer las instalaciones y a ‘Miguelón', el cráneo mejor conservado, que recibió ese nombre en homenaje a este mito del ciclismo español.
Interesado y afable, Induráin recorrió la planta –1, dedicada a la Sierra de Atapuerca, atento a las explicaciones de la coordinadora del MEH, Aurora Martín, quien le guió a él y su mujer durante la visita. El navarro preguntó por el estado de conservación de los fósiles y se interesó por el modo en el que han sido reconstruidas las piezas que, tras ser descubiertas en la sierra burgalesa, ahora se exponen en el que definió como un "magnífico" museo.
Uno de los momentos más emocionantes se produjo cuando ‘Miguelón, el de carne y hueso, se encontró por primera vez con su homólogo óseo, el otro Miguelón (los restos de hace 500.000 años pertenecientes a un homo heidelbergensis).
El exdeportista miro de frente y con detenimiento el cráneo, lo examinó y hasta se fotografió con él. Minutos después, en declaraciones a los medios afirmó que el encuentro le hizo recordar "aquellos años importantes en su carrera, que también lo fueron para los descubrimientos de Atapuerca".
El cráneo número 5 fue encontrado en la Sima de los Huesos, en el año 1992, el mismo año en el que Induráin se alzó con un Tour de Francia y un Giro de Italia, como el mismo recordó. "Fue una satisfacción que le pusieran el nombre porque aquellos años para mí fueron muy buenos", confesó.
Del mismo modo, se alegró por la mejora que ha supuesto para los yacimientos de Atapuerca la construcción del Museo de la Evolución Humana que, a su juicio, pone el conocimiento "a disposición de todos".
Impresionado
El campeón se desplazó después hasta la plaza de los Homínidos, donde se reproducen a escala natural la imagen de nuestros antepasados. Afirmó sentirse "impresionado" por el buen trabajo que se ha realizado en el Museo, así como de los procesos que han desarrollado los científicos hasta llegar a realizar las reconstrucciones.
Un día distinto en la vida de un mito del deporte que aunque sabe que la paleontología "no es su fuerte" reconoció la ilusión que le hacía poder estar frente a frente con su ‘amigo’ Miguelón.