Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso son en la práctica una sola población, pero claro, la mitad en España y la otra en Portugal. De hecho la mitad española, 800 habitantes, vive en gran parte de las compras que realizan los vecinos portugueses. Pero eso era hasta marzo, ahora la frontera está cerrada.

A grandes males, grandes remedios. Los comerciantes han ideado un sistema de reparto en la antigua aduana. Reciben el encargo, lo preparan y dejan el pedido para los clientes del otro lado, a los que las dificultades compensan.

En ocasiones también se lleva directamente a las casas. Una forma de capear una situación que está desesperando a los dos ladosUna frontera que hacía décadas que no era frontera y cuyos vecinos están deseando que vuelva cuanto antes a la normalidad.