Australia acaba de aprobar una ley sin precedentes. A partir del uno de diciembre todas las cajetillas de tabaco serán idénticas. Tendrán el mismo color aunque sean diferentes marcas, la misma tipografía y enormes fotografías de los estragos del tabaco.
Dicen que el marketing entra por los ojos, y eso es lo que se quiere evitar precisamente. Australia ha sido el país pionero, pero es posible que no sea el único. La Unión Europea también está estudiando esta polémica metamorfosis.
Se terminaron de esta manera los colores llamativos, los sistemas más novedosos y los adjetivos de ligth o mentolado para identificar en principio, algo menos dañino. "Esto es una victoria para aquellos familiares que han perdido alguna vez a un ser querido a causa del tabaco, y para aquellos que hayan sido fumadores", comenta Tanya Plibersek, Ministra de salud australiana.
La Unión Europea podría también seguir los pasos de Australia, pero no contaría con el apoyo de muchos, que piensas que da igual en la cajetilla en la que este mientras siga siendo tabaco, o que si de verdad quieren que la gente deje de fumar lo que deberían hacer es subir el precio.