Ni actuaba sola ni tenía poder para tomar decisiones. Según publica este martes el Diario de León la empleada de Caja España Duero acusada de montar el chiringuito financiero tira de la manta ante el juez.
Su despido fulminante el pasado 16 de enero ha podido ser el detonante para que María Consolación diera un paso adelante y acudiera al juzgado de instrucción número 1 de León para prestar declaración de forma voluntaria.
La presunta cabecilla de la trama piramidal que ha generado una estafa de 2 millones de euros, a través de los fondos captados entre compañeros y amigos, ha asegurado ser sólo la correa de transmisión de una estafa que se remonta al año 2003.
Según publica el Diario de León, Consolación fue trasladada a la oficina de Michaisa como consecuencia de su intento por abandonar la trama y apunta como cabecillas del asunto a altos directivos de la entidad financiera, aunque por ahora, tan sólo su hermana ha sido apartada de la entidad.
Tras su declaración, que se ha prolongado durante tres horas, el titular del juzgado le ha imputado un delito de estafa y ha ordenado a la Caja el inicio de una investigación interna más profunda, que arroje luz sobre un negocio inversor del que aún poco se sabe. De momento, unos 30 afectados se han personado en el caso para que la Caja sea responsable civil subsidiaria, a los que podrían sumarse otra veintena captados en el último año.