Han trabajado, brazos, piernas, y cadera. Un buen calentamiento para esta jornada de Educación Física en la calle. Una asignatura a la que, poco a poco, se pueden ir incorporando nuevas disciplinas, como la danza, que además enseña otros valores.
Los profesores reivindican más horas semanales de su asignatura. En Finlandia, el paradigma de la educación, tienen 5 y aquí, como mucho llegan a tres horas. Pueden enseñar nutrición, y otras muchas más allá de la clásica gimnasia.
Y a ellos, en general, les encanta. Y aprenden más de lo que nos imaginamos.
Los padres no han perdido detalle ante las demostraciones de talento. No hace falta que lleguen a las olimpiadas, basta con que hagan una vida sana y España deje de tener uno de los índices más altos de obesidad infantil.