No son actores profesionales, pero es eso quizá lo que le da más valor a uno de los autos sacramentales medievales más antiguos de España. La localidad salmantina de La Alberca cumplió un año más con la tradición y en el Solano junto a la Iglesia, los vecinos volvieron a interpretar 'La Loa', una representación que se remonta siglos atrás.
Aunque han tenido que ensayar, confiesan que no les habría hecho falta, porque no hay un albercano que no conozca de memoria el auto, pero aún así, este municipio no ha perdido el interés por la obra, sino todo lo contrario, cada vez son más quienes quieren participar y quienes acuden a ver la actuación, junto con cientos de turistas.
El demonio, los pastores, el arcángel San Miguel y los niños que representan las siete virtudes y los siete pecados capitales, lograron arrancar los aplausos del público durante su puesta en escena, también el llanto entre los más pequeños, sobre todo cuando apareció el demonio y comenzaron a dispararse los cohetes.
El origen de este auto sacramental se pierde en el tiempo, aunque se calcula que data del siglo XVI o XVII y que está “emparentado” con el teatro español del siglo de oro.
Según explica el alcalde de La Alberca, Jesús Pascual, desde entonces, se ha transmitido generación tras generación gracias a la tradición oral y de todas las loas serranas, es la única que nunca ha dejado de representarse.
Esta representación teatral se enmarca en la celebración de las fiestas patronales del municipio en honor a la Virgen de la Asunción, y está declarada como fiesta de Interés Turístico Nacional, ya que es uno de los autos sacramentales medievales más antiguos de España.
Durante media hora, 'La Loa' narra cómo el Arcángel San Miguel, con la ayuda de la Virgen y las siete virtudes, logra vencer al demonio, que pretendía llevarse a un pastor y a dos serranos al infierno. El momento cumbre de este auto se produjo una vez más con la aparición del demonio, una especie de “serpiente de fuego” con siete cabezas, alegoría de los siete pecados capitales.
Cuando está a punto de conseguirlo, interviene el Arcángel San Miguel y triunfan así las siete virtudes, humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia. Tanto los pecados como las virtudes están representados por los niños de la localidad.
Junto al 'Ofertorio' celebrado este miércoles en la plaza mayor de la localidad, 'La Loa' es una expresión popular de devoción a la patrona en la que se unen elementos profanos y religiosos y que suponen un atractivo turístico más en la zona.