Las infraestructuras de regadío en el Páramo Bajo, en León, acumulan un centenar de averías y los regantes piden responsabilidades. Aseguran que están dispuestos a salir a la calle si no se resuelve porque no se ven capaces de sacar la cosecha adelante en la actual situación.

Después de varios millones de euros invertidos en una modernización necesaria, se encuentran con que las infraestructuras son defectuosas y acumulan averías. Y ven un responsable: la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias del Norte. ( Seiasa).

Hay una extensión de 11.650 hectáreas afectadas por los problemas de riego. En ellas se acumulan cien averías. Por ejemplo, en villamañán un reventó que afectó a 16 hectáreas supuso 15.000 euros de pérdidas. Si no se pone remedio, la campaña se les pone cuesta arriba.

El ministerio de Agricultura y la Unión Europea han aportado fondos a estas obras. Los regantes reclamarán a estas instituciones si la Seiasa no aporta una solución.

De momento, los regantes lamentan que sólo les den largas y que las empresas no se hagan responsables de lo que consideran que ha sido una chapuza que va a más ya que las piedras que entran en las tuberías por los reventones dañan luego el resto de la instalación.

Insisten en que es más barato levantar todo que poner parches.