No es un disfraz, ni tampoco un peluche. No tiene nombre, pero lleva encima tanta lana que no se resguarda nunca. "Ni con nieve ni con hielo", nos aseguran sus dueños. Con una nave al lado para ella sola, prefiere el descampado.Vive siempre al raso y jamás le han dado cereales, alfalfa o paja.

En mayo tienen prevista esquilarle a tijera, como antiguamente. Será una fiesta popular que se recordará durante mucho tiempo

Una familia que hace años tenía 800 ovejas, pero el excesivo trabajo y el escaro beneficio, hizo que desistieran de ello. Al final el padre de familia quiso dejar, por pena, tres corderas. Dos fallecieron al poco tiempo cuando unas pacas de paja les cayeron encima. Solo sobrevivió la actual.

Desde entonces pasta a sus anchas en una era de media hectárea. Nunca ha sido ordeñada, porque jamás ha parido. Ahora busca novio. Pero cuando en mayo vaya a la peluquería, seguro que le salen varios pretendientes.