El Caso Faisán sobre el chivatazo policial a ETA adquiere relevancia a medida que se conocen más detalles sobre la investigación judicial. Según un informe de la Guardia Civil, el vídeo que se grabó del chivatazo fue manipulado de forma intencionada. “Usted quiere poner sordina a la lucha antiterrorista” aseguraba Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso la semana pasada. “Ahora la justicia va a poder llegar hasta el final” le espetaba el diputado del PP, Ignacio Gil Lázaro. Enfrentamientos como éste son habituales en el Congreso desde octubre de 2009.

El motivo lo encontramos tres años antes en el Bar Faisán, en el País Vasco. El dueño del establecimiento recibe un chivatazo de la policía: se va a llevar a cabo una operación contra la red que recauda el impuesto revolucionario en ETA. Esta revelación a punto estuvo de poner en peligro las detenciones que luego se llevaron a cabo. En ese momento, la banda había declarado una tregua de alto el fuego.

El caso ha originado la apertura de una investigación judicial con tres policías imputados. Lo último que sabemos es que el vídeo que se grabó del chivatazo presenta un corte, que según la Guardia Civil, se produjo en el mismo momento de la grabación y no fue accidental sino intencionado. El PP, a través de su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, apunta directamente al Ministro Rubalcaba, que era el máximo responsable de Interior en 2006, y le pide explicaciones. Desde el PSOE, José Antonio Alonso sólo lanza un mensaje, su máxima confianza en la justicia.