Sus historias son un ejemplo de superación. De la conquista de derechos a base de trabajo y esfuerzo, para llegar a tener una vida completamente autónoma, como Antonio.
O como Cristina, que tras su período de prácticas ya no necesita la presencia de su preparadora laboral.
Esta nueva edición del Encuentro de Familias y Hermanos de personas con síndrome de Down es un espacio para la convivencia, las actividades, y para compartir experiencias.
Ellos, que han aprendido a bailar con la vida, demuestran que no sólo vuelan con sus sueños, sino que pueden cumplirlos.