Una de esas 7.000 enfermedades raras que afectan a la población mundial es la ataxia. Se trata de una enfermedad hereditaria, neurodegenerativa y sin cura. Afecta al equilibrio, al movimiento y también al habla. Quienes la padecen terminan en una silla de ruedas.

Cristina depende siempre de la ayuda de otra persona. La ataxia que padece ha afectado a su capacidad de movimiento y al habla.
La ataxia no tiene cura pero sí un tratamiento paliativo que consiste en rehabilitación y logopedia. Ambos costeados por los pacientes o sus familias.

Y aunque hay investigaciones abiertas, de momento, no hay esperanza para las 8.000 personas que en España tienen Ataxia. Por eso trabajan en una campaña para recaudar fondos mediante el reciclaje de tapones de plástico, móviles viejos o libros de segunda mano.