En construcción de vivienda, lo último son los paneles de madera contralaminados. Y no sólo para edificios de una sola planta, también para rascacielos de 300 metros.
El uso de la madera ya no se limita a la clásica casa de la pradera. Forma parte, por ejemplo de la estructura de un edificio de seis plantas construido íntegramente en madera contralaminada en el centro de Lérida, un proyecto en el que participó la empresa segoviana Altermateria con bloques prefabricados antes de llegar a la obra.
En Medgon, en la localidad palentina de Carrión de los Condes, además de la contrucción, diseñan y cortan los bloques de madera laminada que después se convertirán en casas muy resistentes, a pesar del mito del cuento de los tres cerditos.
No sólo supone un ahorros energéticos cercanos al 90 por ciento, también en mano de obra.
Fuera de nuestras fronteras ya hay grandes proyectos, como la Oakwood Tower de Londres, una torre de madera de 300 metros junto al Támesis.