El envite trascurría por los cauces previstos. Ni rastro del 'golpetazo' moral sufrido tras la incontestable derrota ante el Caja 3 Teruel en Liga. El Ciudad del Medio Ambiente Soria, sin apenas esfuerzo, sumaba los dos primeros sets y se quedaba a un paso de acceder, por la vía rápida, a las semifinales de la Copa del Rey.

Enfrente, un Vigo acuciado por los problemas económicos. Con solo 9 efectivos en pista, ayer ni siquiera acudió a la cita el nuevo entrenador, Fernando Fuentes. Enrique de la Fuente, curtido en mil batallas, asumió la responsabilidad en la dirección técnica de los gallegos.

El panorama parecía propicio para ahorrarse esfuerzos. Sin embargo, en la tercera manga, pronto se comprobó que ese juego al 'tran-tran' no serviría para que los de Moltó resolvieran sin mayores contratiempos. Los vigueses forzaban el cuarto set. Fue entonces cuando Daniel Rocamora, tímido hasta entonces, sintió que había llegado su momento.

El opuesto sacó los tanques y ofreció un soberano recital en el juego ofensivo. El de Sabadell, desde hace tiempo un fijo en las convocatorias de la selección española, condujo a los sorianos por la vía deseada. Sin continuidad tras formarse en la cantera de Unicaja Almería, tampoco gozó de oportunidades en el Caja 3 Teruel, debido a la durísima competencia con Iván Pérez. Ayer, en el mismo pabellón del que, el pasado verano, salió por la puerta de atrás, Rocamora confirmó que Moltó no se equivocaba al apostar decididamente por él.