Ganadora del premio Jauja de cuentos 1994

Ortega, Esperanza

Su poesía se caracteriza por su lenguaje sutil, su profundidad reflexiva. Sus versos se adentran, más que en los hechos, en las sensaciones de la realidad cotidiana.

Esperanza Ortega (Palencia, 1953). Licenciada en Filología Románica y catedrática de Lengua y Literatura Española en el IES Pinar de la Rubia, de Valladolid. Desarrolla su trabajo como crítica que hace compatible con su faceta creadora en el ámbito fundamentalmente de la poesía.

La poesía de Esperanza Ortega se caracteriza por su lenguaje sutil, por su profundidad reflexiva y por el poder evocativo con el que suelen estar cargadas sus palabras. Sus versos se adentran, más que en los hechos, en las sensaciones de la realidad cotidiana.

Tras Algún día (1988) y Mudanza (1994), es Hilo solo (1995, Premio Gil de Biedma) el poemario que la sitúa entre los nombres a tener en cuenta dentro de la poesía española contemporánea. En este libro, mediante imágenes yuxtapuestas, se trazaba el mapa de la existencia.

Después llegarían Lo que va a ser de ti (1999) y Como si fuera una palabra (2002), que servirían para reafirmar su voz propia, ajena siempre a las tendencias y grupos oficiales de la poesía española actual. A pesar de ello, figura en numerosas antologías, entre las que destacan Ellas tienen la palabra (Hiperión, 1997) y Las ínsulas extrañas (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2002).

Como narradora ganó con el “El dueño de la casa” el Premio Jauja de Cuentos en 1994, y como ensayista publicó El baúl volador (1986, Premio Giner de los Ríos), un interesante libro que da docenas de ideas para aquellos profesores que quieran transmitir a sus alumnos, lejos de rancios academicismos, el gozo de la lectura.En Garcilaso de la Vega (2003), asumió el reto de novelar la biografía del poeta renacentista.

Ha colaborado en revistas de poesía como Sibila (Sevilla), Revistatlántica (Cádiz), Rosa cúbica (Barcelona), Cuadernos del matemático (Getafe, Madrid), Condados de Niebla (Huelva), Vuelta (México DF), Falar-Hablar de poesía (Madrid-Lisboa), Hueso húmero (Lima), etc.

Ha sido codirectora de la revista El signo del gorrión, de Valladolid, y ha dirigido la colección “Vuelapluma” de la editorial Edilesa. En su faceta de crítica literaria, destacan sus trabajos sobre Francisco Pino, del que realizó la edición en la Colección Letras Hispánicas de Cátedra del libro titulado Siempre y nunca. Antología de Francisco Pino (2003).

Es autora también de numerosos trabajos, ediciones críticas y antologías de carácter pedagógico, entre los que se encuentran: Antología de la generación del 27 (1987), Verso y prosa de Juan Ramón Jiménez (1991), Romancero gitano de García Lorca (1997), La poesía del Siglo de Oro (2002)...

En Las cosas como eran (2009) se vale de los objetos y los lugares para recrear el mundo de su infancia y su adolescencia; es un libro de memorias, de recuerdos que se encadenan en torno a la casa, la ropa, los alimentos, los libros, el cine, etcétera.

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  • El baúl volador: un taller de literatura en el bachillerato (1986). Junta de Castilla y León.
  • Algún día (1988). Ediciones Portuguesas. Mudanza (1994).
  • Ave del Paraíso. Hilo solo (1995). Visor. Lo que va a ser de ti (1999). Plaza & Janés.
  • Como si fuera una palabra (2002). Lumen.
  • Garcilaso de la Vega (2003). Ediciones Omega.
  • Ls cosas como eran (2009). Colección: Cuadrante nueve.
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Aún no había camino...

Aún no había camino
ni la emoción del nombre no evocado
por lenguas familiares
pero tú reclamabas una forma
un pliegue duradero
tan quieta
debajo del templete
el hilo solo
sin aguja
y un retal en tus manos

Labor atenta de hilo solo...

Labor atenta de hilo solo
—sigues tejiendo tu tapiz indócil—
ése que no se ve
ni engaña su hermosura
a los reyes sedientos
una puntada aquí
en el quicio oscilante
donde ayer escondías los más frescos racimos
¿qué será de tus manos
que palpan los tesoros
en sus pliegues?
—acaba ya
esa labor de sombras—
reconoce
vencida
que únicamente ofreces hilo solo
y que tu desnudez ha naufragado
sobre un océano
sin límite
pero esta voz
—¿de dónde?—
vuelve cada mañana
con su rama de olivo

Ambos poemas pertenecen a Hilo solo.