FUE UN MILITAR ZAMORA

Hallan en la Catedral de Zamora unos restos humanos que podrían ser los de Arias Gonzalo

  • El Cabildo catedralicio realiza con éxito seis prospecciones endoscópicas
  • Se han llevado a cabo en sendos lucillos del templo

ICAL / Zamora

El Cabildo de la Catedral de Zamora ha hecho públicos este 8 de junio los hallazgos realizados el pasado día 27 de mayo mediante las prospecciones endoscópicas efectuadas en seis lucillos (según la RAE, ‘urnas de piedra en que suelen sepultarse a personas de distinción’) sepulcrales ubicados en la nave sur y los costados del coro del templo.

Entre esos hallazgos destacan un grupo escultórico que representa la Transfiguración del Señor y unos restos humanos que podrían ser los del conde Arias Gonzalo, depositario de las últimas voluntades del rey Fernando I de Castilla y muy mencionado en la tradición popular zamorana como defensor en el Cerco de Zamora.

El hallazgo más importante desde el punto de vista artístico y patrimonial es el del lucillo del alcalde Lope Rodríguez de Olivares, fallecido en 1402, que se encuentra en el muro sur del primer tramo de la nave meridional de la Catedral, rematando en arco agudo.

Según explicó el director del Museo Catedralicio, José Ángel Rivera, en el muro interior del arcosolio (arco que alberga un sepulcro abierto en la pared) apareció un grupo escultórico dorado y policromado que representa la Transfiguración del Señor, con la figura de Cristo situada en el centro de la composición, de pie, envuelta por un haz de rayos y bendiciendo con la mano derecha.

Asimismo, lleva una filacteria (cinta con inscripciones o leyendas) desplegada en la mano izquierda. Sobre su cabeza, aparece la ‘Dextera Patris’, representación plástica de la voz de Dios Padre.

A la izquierda y a la derecha de Cristo se hallan dos figuras de pie y veladas, que deberían corresponder a Moisés y a Elías, representantes de la ley y los profetas del Antiguo Testamento que, según la narración evangélica, dialogaban con Cristo sobre su futura pasión en Jerusalén. En la zona inferior del lucillo podrían hallarse figuras que representan a Pedro y Santiago el Mayor, junto con la de San Juan Evangelista.

En el intradós (superficie inferior del arco) se aprecian pinturas murales figurativas, representando al rey David conforme a la filacteria que despliega en sus manos, y, probablemente, al rey Salomón. "El hallazgo es de primera categoría. No conocemos en sepulcros murales en Castilla y León de la época medieval ninguna representación con el tema de la Transfiguración", afirmó José Ángel Rivera, quien estuvo acompañado durante la presentación por Juan Manuel Hidalgo, canónigo fabriquero de la Santa Iglesia Catedral de Zamora.

"Estos hallazgos modifican sustancialmente el aspecto de la Catedral y su patrimonio artístico, así que todos los zamoranos debemos felicitarnos por estos descubrimientos", añadió. Rivera mostró a los periodistas varias fotografías realizadas mediante la extracción de un pequeño sillar en cada lucillo, autorizado por el arqueólogo, después de verificar los hallazgos mediante un endoscopio.

Arias Gonzalo

El segundo lucillo examinado corresponde al obispo Bernardo de Perigord, muerto en 1149, y ubicado en el segundo tramo de la nave, rematado en arco de medio punto, conteniendo los restos completos y, al parecer, momificados, de un difunto envuelto en un sudario con abundante plegado, que se supone que corresponden al primer obispo de la sede zamorana tras su restauración, cuyo pontificado transcurrió entre 1121 y 1149.

El tercer lucillo, rematado en arco apuntado, corresponde el canónigo Alonso García, abad del Espíritu Santo, y fallecido en 1409. Debido a la colmatación del lucillo con piedras de forma y tamaño irregular, sólo se aprecian pinturas murales figurativas y geométricas en la zona central y a la derecha del intradós, representando el Cordero apocalíptico, que es el escudo del Cabildo de la Catedral de Zamora.

Por lo que se refiere al cuarto lucillo, en el primer tramo del costado sur del coro, rematado en arco escarzado (rebajado, de más de 60 grados), corresponde al chantre (dignidad de las iglesias catedrales, a cuyo cargo estaba antiguamente el gobierno del canto en el coro), Juan del Busto, muerto en 1425. Se trata de un altar ya que, según los epígrafes de los epitafios, la sepultura se halla bajo el solado.

El quinto de los lucillos examinados, en el primer tramo del costado norte del coro y rematado en arco de medio punto, contiene los restos mortales recogidos tras el incendio del antiguo claustro de 1591 y recolocados en 1621. En su interior se han encontrado los restos completos y, al parecer momificados, de un difunto envuelto en un sudario, probablemente colocados sobre otros restos no apreciables a simple vista. La tradición y la documentación conservada sugieren que ese difunto pueda ser el conde Arias Gonzalo.

Arias Gonzalo fue un militar zamorano, depositario de las últimas voluntades del rey Fernando I de Castilla, preceptor de la infanta Doña Urraca y gobernador de la ciudad a finales del siglo XI. El conde Arias Gonzalo es conocido desde la tradición popular por su intervención en el Cerco de Zamora, siendo el primero en defender el honor de la ciudad.

Por último, el sexto lucillo es el del obispo Pedro II, en el primer tramo del costado norte, rematado en arco apuntado. Se ignora aún si en su interior se conservan el bulto funerario o la tapa y los restos mortales de este obispo.